Jack Antonoff es de esos nombres que quizás no veas en la portada de los discos, pero seguro has escuchado su firma en la música que ha marcado esta generación. Esta semana fue nombrado ASCAP Pop Music Songwriter of the Year, un reconocimiento que no sorprende a nadie que haya seguido de cerca su trayectoria como productor, compositor y artista.
Si bien su asociación más conocida es con Taylor Swift —una colaboración que ha definido el sonido del pop de los últimos años—, su influencia va mucho más allá. Pero empecemos por ahí.
Taylor Swift y Jack Antonoff: Una alianza que cambió la industria
Todo comenzó en 2013 con la canción “Sweeter Than Fiction”, incluida en la banda sonora del filme One Chance. Pero el verdadero punto de quiebre llegó un año después, con 1989 (2014), el álbum con el que Taylor dejó atrás el country para abrazar el pop. Antonoff coescribió y coprodujo temas como “Out of the Woods” y “I Wish You Would”, marcando el inicio de una dupla creativa que aún hoy da de qué hablar.
Desde entonces, han trabajado juntos en casi todos los discos de Swift: Reputation (2017), Lover (2019), Folklore y Evermore (2020), Midnights (2022), y más recientemente en The Tortured Poets Department (2024), donde Antonoff coescribió y produjo canciones como “Anti-Hero”, “Fortnight”, “I Can Do It With a Broken Heart”, “Karma” y “Is It Over Now? (Taylor’s Version) (From the Vault)”. Todas fueron parte del catálogo más reproducido de 2024 y están entre las canciones más escuchadas en plataformas digitales a nivel global.
Juntos, han ganado múltiples premios Grammy, incluido el Álbum del Año por Folklore, y han redefinido lo que puede ser un proyecto pop: introspectivo, íntimo, pero masivo al mismo tiempo. Antonoff no solo adaptó el sonido de Taylor a nuevos territorios, también ayudó a que la industria empezara a valorar la narrativa, la textura y la autoría en una era dominada por los algoritmos.
Más allá de Swift: Las otras voces que han sonado con Antonoff
Aunque Taylor Swift es su colaboradora más constante, la versatilidad de Antonoff se ha desplegado en múltiples frentes.
Lorde confió en él para su segundo álbum Melodrama (2017), considerado una obra maestra por críticos y fans. Juntos produjeron una colección de himnos sobre el amor, la fiesta y el desencanto con una sensibilidad que definió el pop millennial. También trabajaron en Solar Power (2021), donde exploraron sonidos más acústicos y ambientales.
Lana Del Rey encontró en Antonoff un productor capaz de traducir su universo lírico y cinematográfico. Álbumes como Norman Fucking Rockwell! (2019), Chemtrails Over the Country Club (2021) y Did You Know That There’s a Tunnel Under Ocean Blvd (2023) llevan su sello. NFR! fue nominado a Álbum del Año en los Grammy, y es considerado uno de los trabajos más sofisticados de Lana.
St. Vincent colaboró con él en Masseduction (2017), un álbum audaz, lleno de synths brillantes y capas conceptuales que también fue premiado con el Grammy a Mejor Álbum de Música Alternativa.
The 1975 sumó a Antonoff como productor en su disco Being Funny in a Foreign Language (2022), donde ayudó a pulir un sonido más clásico, entre el soft rock y el pop ochentero.
Clairo, Florence + The Machine, Kevin Abstract y Bleachers —su propio proyecto como solista— también forman parte del ecosistema musical que él ha moldeado, siempre combinando vulnerabilidad lírica con ambición sonora.