FREE COLOR es un filme documental que nos pone frente a frente con la eterna obsesión de un artista tan icónico como el maestro Carlos Cruz-Diez y su eterna relación con el color, que, a sus 94 años de edad y desafiando cualquier norma física, decidió apartar de la forma.
Así como se lee, apartar el color de la forma, para tal fin reclutó a un equipo de brillantes visionarios de diferentes disciplinas y así hacer de su sueño una realidad única, tal como decía el maestro “El color tiene libre albedrío, no necesita la forma para existir”.
Sobre esta aventura cinematográfica, el director, Alberto Arvelo, cineasta venezolano, aseguró:
Hacer un documental sobre un genio del arte moderno contempla un reto obvio, en sí es un planteamiento de un hombre que siempre ha ido contra las formas y los paradigmas. FREE COLOR, por lo tanto, es una aventura visual hacia lo más profundo del color en sí, en donde sea que lo encontremos: una calle de París, un atardecer en Venezuela, un campo de girasoles, el reflejo de una botella, o en un trabajo de arte increíble, soñado por Carlos Cruz-Diez.
Tuvimos el privilegio de conversar con Gabriel Cruz Mendoza sobre FREE COLOR, Cruz Mendoza es un respetado especialista de arte contemporáneo y la obra de quien afectuosamente llama “abuelo”, ha logrado inmortalizar sus estudios a nivel global, sea llevando a cabo exhibiciones, charlas o la dirección de proyectos institucionales. Es un conocedor de Carlos Cruz-Diez el artista, y el ser humano, el mejor embajador de este documental que se está presentando en Miami, en marco del Miami Film Festival.
¿Cómo nace la idea de inmortalizar esta búsqueda en un documental?
Partimos de una idea de mi papá. Ante las preocupaciones que nosotros escuchábamos constantemente de mi abuelo diciendo “oye tengo esta idea pero la tecnología no me acompaña, no creo que lo pueda hacer, de pronto en un laboratorio algún día”… Siempre escuchamos esa referencia, eso era lo que él quería lograr.
Mi papá dijo, “esto en efecto no lo vamos a poder hacer, pero necesitamos dejar testimonio”, y en algún momento empezamos a conversar sobre esto con Alberto Arvelo, que también es parte de la familia, y nos contó sus ganas de hacer algo con el maestro [Cruz-Diez] por todo lo que ha significado para él como historiador de arte. Así que en una escala que hizo en Panamá, nos sentamos a conversar sobre como crear algo sólido, que tuviese un hilo conductor, y eso precisamente era esta investigación que escuchábamos recurrentemente en el taller, lo único que mi abuelo todavía no había podido realizar.
Él hizo lo que pudo con las “cromosaturaciones” en el año 1965, estas son unas cámaras blancas con unas luces de color en donde el ojo se enfrenta a una situación súper agresiva que no sabe como interpretarlo, ahí arranca un proceso fisiológico del ojo para blanquear el espacio a modo de estar más cómodo en un saturado verde, ó rojo, pero el maestro seguía inconforme y no paraba de decir “esto no está resuelto, yo quiero que esto no tenga paredes, ni restricción alguna”.
Separar el color de la forma.
Es una locura, pero así crecimos nosotros en el taller, escuchando eso “Esto se ve muy lindo… pero no es.” Y Ahí ya teníamos la temática para la película, esa fue su eterna búsqueda hasta su último día.
Martha Graham, coreógrafa y bailarina reconocida a nivel global, decía que los artistas tienen una “divina insatisfacción” que los invita a siempre seguir buscando, seguir creando. Eso se refleja claramente en este documental ¿Era así tu abuelo?
¡Totalmente! El era más de “Cómo digo??” Mi abuelo venía de una familia de poetas, inventores, escritores, y eso le venía muy bien, porque los artistas por lo general se expresan con sus obras, pero mi abuelo podía darte la mejor explicación sobre su obra, el siempre fue muy eficaz y muy estructurado con su discurso, buscando decir de la mejor manera lo que pensaba.
¿Qué sucede? Que como los artistas son de avanzada, su lucha fue contra su época, cuando hablas de una lucha no tanto química sino física, es una especie de contradicción a la historia de la pintura, esas ansias de decir lo que él quería es lo que nos llevó a este documental, dejar un testimonio de su trabajo.
¿Cómo fue la reacción de la gente cuando lo vieron por primera vez en pantalla? ¿Qué sentiste tú, el artista y el nieto?
¡Una belleza! Para mi es muy raro todo esto, porque yo crecí en su taller, ese es mi día a día, pero ser testigo de alguien descubriendo por primera vez al abuelo comienzas a ver una cantidad de interpretaciones que nunca habías visto, nosotros siempre hemos estado dentro de ese discurso del abuelo, pero cuando lo ves a través de otros ojos es muy enriquecedor y muy conmovedor. A nosotros como familia nos pega porque el abuelo falleció hace poco y es verlo en pantalla y sentir que está todavía aquí con nosotros, a través de sus gestos, de cada palabra, es poético y muy hermoso.
La acogida de la gente ha sido sensacional, es un descubrimiento del artista, y de la persona detrás de la obra.
Es muy divertida ver la reacción de los científicos junto al maestro Cruz-Diez tratando de encontrar la manera de liberar al color de la forma.
¡Absolutamente! Eso fue muy interesante porque uno de los científicos lo dice, “no nos está pidiendo algo que vaya en contra de las normas de la física”, el abuelo sabía que justamente desde ahí, desde la física, podía lograr esta idea artística.
En este documental hay un grupo de Venezolanos maravillosos; Edgar Ramirez (actor), Nella Rojas (Cantante), y muchos otros… ¿Cómo se dio esa llamada inicial para sumarlos a FREE COLOR?
Esa es la familia, ellos son la familia de toda la vida. A cada uno los conocemos de hace años, fue muy natural, no había otra opción. La relación de mi abuelo con Edgar Ramírez era como de un abuelo con un nieto. Mi abuelo adoraba a cada una de las personas que están en FREE COLOR.
¿Llamarías a esto un proyecto de amor?
Totalmente, de familia, es una descripción perfecta de lo que fue la vida del abuelo, el hilo conductor de su vida fue el amor, e hizo todo lo que hizo desde esa perspectiva, es desde el afecto, un lugar muy bonito.
Mi abuelo siempre decía “mi futuro es inmediato, tenemos que apurarnos, tenemos que hacerlo todo”, y bajo esa premisa fue el desarrollo de este documental, quisimos que él lo viera, lo revisara, decidiera que iba, que no. Tuvimos la suerte de que la pudo ver, y hacer sus respectivas modificaciones, fue un proceso contra el tiempo que ya hoy me estoy disfrutando muchísimo.
Este maravilloso documental no es sobre la obra de Cruz-Diez el artista, es su forma de pensar, su incansable deseo de continuar jugando con el color y está ahora mismo en el Miami Film Festival. Estamos seguros que seguirá recorriendo el mundo con el legado de este genio maravilloso.